La agricultura está viviendo una revolución debido al cambio climático y a las expectativas de los consumidores. Los cultivos tienen que ser más resistentes al estrés biótico (plagas, virus, depredación…) y abiótico (calor, frío, estrés hídrico, salinidad, etc.), al mismo tiempo que reducen el uso de productos químicos y recursos adicionales. Además, los consumidores demandan cada vez más productos más saludables y locales.
Parte de la respuesta a estos desafíos la encontramos en la mejora genética. El breeding o mejora genética es una metodología que nos ayuda a identificar qué genes en el genoma de las plantas permitirán que estas resistan esos factores estresantes y adapten su crecimiento a las condiciones climáticas de un área específica.
No es tarea fácil, ya que los breeders deben considerar ahora esos nuevos desafíos para cambiar sus objetivos y adaptar sus metodologías en función de las tendencias y necesidades futuras del mercado. El breeding es un largo viaje destinado a encontrar la variedad ideal que se adapte a la mayoría o todas las necesidades de los productores en una situación específica.
Para hacerlo posible, el breeder debe trabajar en varias áreas:
- Gestión de los recursos genéticos: Buscar, mantener y describir las plantas disponibles para el mejoramiento.
- Búsqueda de características: Buscar los genes relacionados con un rasgo de interés y encontrar marcadores moleculares para identificarlos. Ej.: rusticidad o precocidad.
- Obtención de plantas mejoradas: Cruzando los parentales y seleccionando el mejor individuo para crear nuevas plantas más resistentes, de mayor calibre y mejores genes de calidad de fruto.
- Evaluación de las futuras variedades: Evaluar la resiliencia y rusticidad de la planta probando las variedades en diferentes condiciones de manejo del cultivo y climas.
- Calidad del fruto: Todos los parámetros organolépticos y de presencia de patógenos son considerados durante el proceso para suministrar al consumidor el mejor producto.
Además de esto, los bredeers están comenzando a utilizar tecnologías avanzadas, como el mejoramiento “maker assisted”, selección genómica, creación de imágenes, inteligencia artificial, edición de genes, etcétera, para acelerar el proceso de creación y validación de plantas y poder entregar esas plantas mejoradas más rápido que con métodos convencionales.
En general, la mejora genética juega un papel vital para el futuro de la agricultura y, además, para el consumo de alimentos.
Planasa es líder en mejora genética en frutos rojos. Dedicamos la mayor parte de nuestros recursos a I+D para que junto con nuestras operaciones de vivero, logremos proporcionar a los agricultores, plantas que no solo satisfagan sus necesidades comerciales sino que también reduzcan los costes y sean más sostenibles.
